La locura del montañismo (Salvador Sostres-El Mundo)
"Me siento culpable, pero no sé de qué”, ha confesado el montañero Juanito Oiarzábal, después de que se haya cuestionado su actitud en relación a la lamentable muerte del también montañero Tolo Calafat.
Oiarzábal y Calafat, y los que ponen en riesgo sus vidas de un modo tan absoluto y absurdo, son culpables de nihilismo y de frivolidad, de no valorar la gracia que se les ha concedido de estar vivos.
Los llamados deportes de riesgo -que no son deportes sino versiones más o menos sofisticadas de la ruleta rusa- tienen un prestigio que sólo se entiende en una sociedad cada vez más vulgar y más gris, que ha perdido la tensión espiritual y el temor de Dios.
Sólo así se puede entender que algunos hombres hagan montañismo o participen en el Dakar, asumiendo un riesgo físico que no guarda ninguna relación con el agradecimiento que deberían mostrar por haber sido agraciados con la vida; ni con los esfuerzos positivos y fértiles que deberían estar haciendo para pagar el precio -la vida no es un regalo- y para borrar las huellas del pecado original.
En un mundo sin principios y sin ideales cada vez hay más locos que arriesgan su vida por nada. Ver valor en un montañero es tratar al hombre como si fuera una bestia inanimada, ignorar el sentido de la humanidad y que todos los sentimientos están resumidos en el Calvario.
El valor es fundar una familia, el valor es la compasión y la ternura, vivir de pie; el valor es la lealtad, el compromiso, ser capaz de llevar un poco más allá los límites de la humanidad.
También algunas demostraciones de fuerza y de talento físico son valor y a través de ellas el hombre rinde tributo a la potencia que le ha sido concedida. También los atletas honran a Dios, por supuesto.
Y también hay veces en que es justo y necesario que un hombre arriesgue su vida, porque es cierto que no somos la medida de todas las cosas y que hay mandatos que nos superan.
Pero los que ponen en riesgo sus vidas sin ningún propósito que sea metáfora de la Cruz no son deportistas, son gente que intentan resolver sus problemas personales huyendo de ellos al fondo de un desierto o a la cumbre de una montaña. Darles pátina de héroes es puro relativismo y no haber comprendido la misión de los hombres en la Tierra.
Poner en riesgo tu vida no es ninguna heroicidad cuando se hace por llegar a la cima de una montaña, ni ningún deporte, sino una inmensa tontería de persona poco madura y poco cultivada, definitivamente alejada de la sensatez y de la normalidad en el sentido clínico de la palabra.
4 comentaris:
Aquí un forward del meu comentari a aquest somines del mundo...
----
¿ Cual es la "la misión de los hombres en la Tierra" ?
Si la misión es ser felices y dejar que los otros lo sean... a lo mejor los que arriesgan su vida por llegar a la cima de una montaña es que allí encuentran/buscan la felicidad... y además no molestan a nadie al hacerlo.
Jo sempre he dit que esnifar tinta de segons quin diari acaba afectant al cervell!
Signat: "Quin puso la fotografia con la estrella comunista en la gendarmeria?"
Fa molt temps que no faig esport, i les meves "expedicions" no superen una horeta de caminada....però jo entenc a la perfeccoó l'amor a la montanya. Lliberat? aire pur? el contacte amb un mateix? superació?
el que sigui........
Aquest senyor no sap el que diu....cadascú pot fer amb le seva vida el que vulgui!!!
Jo he estimat un esport amb tota la meva ànima ( l'handbol), ara als 34 anys ho resenteixo.....el genoll m'ha quedat cascat per sempre....i no m'arrepenteixo de res!!! la gent i les experiències no tenen preu.
Suposo que la gent que estima la montanya li passa més o menys el mateix ( a un altre nivell...).
Molt bo el comentari de dalt de la tinta i el cervell....!!!
"El valor es fundar una familia, el valor es la compasión y la ternura, vivir de pie; el valor es la lealtad, el compromiso, ser capaz de llevar un poco más allá los límites de la humanidad"
Excepte això de la familía, que també podria ser i és, la resta de les coses, almenys per mi, formen part del muntanyisme.
Publica un comentari a l'entrada